jueves, 23 de mayo de 2019

Manuel Fernández Caballero (1835-1906)
















(Murcia, España, 14 de marzo de
1835 - Madrid, España, 26 de
febrero de 1906)












Gigantes y Cabezudos (1898) hoy es la obra más conocida de Fernández Caballero, compuso más de doscientas zarzuelas










     Manuel Fernández Caballero Nació en la ciudad de Murcia, el 14 de marzo de 1835 en la Plaza de los Gatos, en el centro de la capital.

     El primer maestro de Manuel  fue el violinista Julián Gil, casado con una hermana suya y que le recogió al quedarse de niño sin padres. Manuel era el menor de dieciocho hermanos.

     El niño resulto ser un portento para la música, con cinco años estaba en el coro de Las Agustinas de Murcia, con siete tocaba el flautín en una banda de la ciudad, también estudió violín y piano, incluso composición, durante una estancia en Murcia de Indalecio Soriano Fuertes (compositor aragonés 1787-1851) y, con doce años ya realizaba sus primeras composiciones.

     En 1850, o sea cuando contaba quince años, se trasladó a Madrid,  para estudiar en el Conservatorio piano junto al maestro Isaac Albéniz,  violín con José Vega y composición con  Hilarión Eslava, además estudió clarinete, trombón, flautín, cornetín y figle.







        En 1864 se trasladó a Cuba, dirigiendo una compañía de zarzuela, este hecho se produce, en parte, por no encontrar Éxitos en el mundo musical español y, en parte, por la inestabilidad política y social durante los años previos a la revolución del 68. Permanecerá en La Habana, hasta 1871, fecha en la que volvería a Murcia.

     En 1872 estrena en Madrid la zarzuela El primer día feliz, esta vez sí, alcanza un rotundo éxito





Sobrinos del Capitan Grant (TVE)






     En 1884 se fue a Lisboa y, en 1885 realizó una gira por Sudamérica, representando y cosechando éxitos con sus zarzuelas.
     
       Durante la década de los ochenta escribe ni más ni menos que sesenta y tres zarzuelas, entre ellas,  Las mil y una noches (1882), Dar la castaña (1882), El Hermano Baltasar (1884), La noche del 31 (1888), Los bandos de Villafrita (18884),Chateau Margaux (1887).


Vals «No sé qué siento aquí» de "Chateau Margaux"




      Poco a poco Caballero se va quedando ciego, llegando a perder definitivamente la vista, por lo que dictaba, de viva voz, las notas, a su hijo Mario.





     Entre 1896 y 1901 regresa al Teatro de la Zarzuela como empresario y estrena sus obras: La viejecita (1897), El señor Joaquín (1898), Gigantes y cabezudos (1898)  y El dúo de La africana (1893).

      En el Teatro Apolo llegó a representarse El dúo de La africana doscientas once veces consecutivas, éxito sólo igualado por La Gran Vía de Chueca y Valverde.







ZARZUELA EL DUO DE "LA AFRICANA" 




        Desde 1900 hasta 1906 compuso casi treinta zarzuelas más.
     
     En 1903 el gobierno le concedió la Gran Cruz de Alfonso XII, cuyas insignias le regaló su ciudad natal por suscripción popular, que también le ofreció un rendido homenaje.





     En 1904 celebró sus bodas de oro con la música, se le homenajea en el Teatro de la Zarzuela.

      El 10 de febrero de 1906 se estrena en el Teatro Apolo de Madrid la zarzuela María Luisa,  Aquella fue la última vez que Manuel Fernández Caballero pisa las tablas de un escenario, su salud empezó a deteriorarse gravemente. El 20 de febrero se pone en escena, en el Teatro de la Zarzuela, La cacharrera, la prensa publicaba  que  esta obra obtenía un éxito “infinitamente superior al que obtuvo en su estreno La verbena de la Paloma”. Fue la última obra estrenada en vida del compositor.

     Una grave pulmonía obliga al maestro a guardar cama, a pesar de ello, continúa trabajando. Manuel Fernández Caballero fallece en Madrid, después de sufrir un colapso cardiaco, el 26 de febrero de 1906, rodeado de sus tres hijos y de su gran amigo y colaborador Luis de Larra. Ese día, el Teatro de la Zarzuela suspende sus funciones en señal de duelo y será allí donde se instale la capilla ardiente donde cientos de personas le dan su último adiós, desde toda España se reciben condolencias. Su entierro, es el día 28 de febrero, puesto que el día anterior era el martes de Carnaval.

     El féretro del maestro fue conducido en una carroza de ébano tirada por ocho caballos hasta el cementerio de Santa María