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viernes, 15 de septiembre de 2017

Camille Saint-Saëns (1835-1921)










Charles Camille Saint-Saëns
(París, Francia 9 de octubre de 1835 - Argel, Argelia, 16 de diciembre de 1921)

«Saint-Saëns es el hombre que mejor conoce la música del mundo entero»

«Uno podría pensar en ser tan buen músico como Saint-Saéns pero ser mejor que él es imposible»




Localización y vista de París



Los orígenes



 Saint-Saëns fue un viajero intelectual y polifacético, en el campo de la música ejerció como compositor, pianista, organista y director de orquesta. Además de ser escritor, poeta y caricaturista, tuvo afición por la arqueología, la botánica, la geología y la entomología. 

 La familia Saint-Saëns, de origen campesino, se dice que adopto el apellido del pueblo homónimo situado en el departamento de Sena Marítimo, en la región de Normandía. Aunque la única relación que tienen con dicha población es la cercanía a Rouxmesnil, de donde procedían. En esta localidad, en el año 1780, fijó su residencia en una granja el abuelo de Camille, Jean-Nicolas Saint-Saëns, llegó a ser alcalde, cargo al que renunció en 1820, y murió en 1837. Tuvo ocho hijos, de ellos , el menor, Jacques Joseph Victor Saint-Saëns (1798-1835), se estableció en 1834 en París trabajando como funcionario en el Ministerio de Interior. El 24 de noviembre se casó en la iglesia de Saint-Sulpice con Françoise Clémence Collin  (1809-1888), a la que había conocido el año anterior. Charles Camille Saint-Saëns, fruto del matrimonio, nació en el número 3 de la Rue du Jardinet, en el Barrio Latino de París, el 9 de octubre de 1835. Se le puso uno de los nombres en honor del hermano correlativamente mayor de su padre, Jean-Baptiste Camille, abad en Dieppe que ayudo a los marineros durante el brote de cólera de 1832. Tan solo tres meses después del nacimiento de Charles Camille, el 31 de diciembre, su padre murió de tuberculosis. Ante la sospecha de que el niño pudiera haber sufrido contagio, los médicos aconsejaron a la madre que le enviara a respirar aire puro, por espacio de dos años y bajo el cuidado de una niñera, al pueblo de Corbeil. Lo cierto es que Camille siempre padeció de afecciones pulmonares. Su madre vivía en París con una tía de la que había sido hija adoptiva, Charlotte Masson, que había enviudado el 21 de marzo de 1835, unos meses antes del nacimiento de Camille.








Niño prodigio




 A finales de 1837, el niño, de salud delicada pero que resulto ser un prodigio, se unió a su madre y a su tía abuela. Aunque disponían de pocos medios, las dos mujeres se preocuparon por darle la mejor educación, con tan solo dos años le enseñaban a leer, cuando tenía dos años y medio le colocaron frente a un piano, en lugar de aporrear las teclas, Camille las toco una por una y en el orden de la escala musical, luego consiguieron un afinador para poner en buen estado el instrumento y comprobaron que, desde una habitación contigua, el niño repetía exactamente la misma nota que oía en la otra estancia, demostrando así poseer oído absoluto. Su tía abuela le enseño el método de piano de Adolphe Claire Le Carpentier que aprendió en tan solo un mes. Continuó con obras fáciles de Franz Joseph Haydn y de Wolfgang Amadeus Mozart para perfeccionar también la mano izquierda. Del 22 de marzo de 1839 data su primera composición, cuando tenía cuatro años y medio, una pequeña pieza para piano. A los cinco años tocaba pequeñas sonatas con corrección y escribió su primera canción, Le Soir.




 Retrato de Françoise Clémence Collin, madre del compositor




 Cuando tenía siete años, Saint-Saëns, pasó de las manos de su tía abuela a las de Camille Stamaty, en su momento, el mejor discípulo de Friedrich Kalkbrenner. Éste último había desarrollado una técnica pianística que consistía en que, por medio de una varilla metálica colocada delante del teclado y donde descansaban los antebrazos, la fuerza se manifestara en las manos y los dedos. Stamaty empleó este método, a su vez, con su jovencito alumno, quien en sus Memorias Musicales diría: «...Este sistema es excelente para enseñar al joven pianista a tocar piezas escritas para el clavecín o los primeros pianofortes donde las teclas respondían a una ligera presión; pero es inadecuado para obras e instrumentos modernos...»

 Cuando Saint-Saëns tenía diez años, Stamaty consideró que su pupilo estaba lo suficientemente preparado para dar un concierto, este se ofreció el 6 de mayo de 1846 en la sala Pleyel. Acompañado por una orquesta italiana, bajo la dirección de Théophile Tilmant, Saint-Saëns toco, "todo de memoria", el Concierto para piano nº3 de Ludwig van Beethoven, el Concierto para piano nº 15 K450 de Mozart en el que incluía una cadencia final de su invención, y obras de Johann Nepomuk Hummel (sonata), Johann Sebastian Bach (preludio y fuga), Georg Friedrich Händel y Kalkbrenner, a modo de propina se ofreció a tocar de memoria cualquier movimiento de las 32 sonatas de Beethoven. Del éxito tan memorable surgieron críticas tan entusiastas que la fama del jovencísimo músico traspasó las fronteras europeas. En la Gaceta Musical de Boston se publicó el 3 de agosto de 1846: «En París hay un niño llamado Saint-Saëns, que sólo tiene diez años y medio y toca la música de Händel, Sebastian Bach, Mozart, Beethoven y los maestros más modernos sin tener ante él ninguna anotación».




 Dibujo de Camille Saint-Saëns a los diez años en su debut en concierto, pintado por Mme Paulin, apareció en L'Ilustration en mayo de 1846.




 A la madre de Saint-Saéns, por dejar tocar al chico las sonatas de Beethoven, alguien le dijo un día, «¿Qué música tocará cuando tenga veinte años?», la respuesta fue: «él tocará la suya». Sin embargo, temiendo por la salud de su hijo y por la pérdida de ambiciones más altas, no quiso que éste siguiera una carrera como niño prodigio, incluso después de ser especialmente reconocido por la Princesa de Orleans en el concierto que dio en el Palacio de las Tullerías el 24 de marzo de 1847. Ello hizo que las relaciones con Stamaty, que pretendía actuar como mánager, se enfriaran. No obstante, hasta cumplir los 14 años, Saint-Saéns permaneció como alumno de Stamaty. Este había escrito el 29 de diciembre de 1846 una carta desde Roma dirigida a Françoise Clémence en la que decía lo siguiente: «El gran asunto, el asunto que debe ocupar a tu querido hijo este año por encima de todos los demás, es su primera comunión. Uno no puede imaginar lo que es una primera comunión bien hecha, la influencia que puede tener en todos los actos de la vida; y, como estamos en un momento en que el arte religioso, el arte católico, es el más descuidado, si Camille constituye un buen católico, la Providencia ciertamente lo usará para traer algo de piedra sólida a la reconstrucción del edificio en ruinas del arte religioso. Estoy hablando de arte aquí, porque eso es lo que me interesa para Camille». La misiva resultó ser una profecía.



El Conservatorio




 Saint-Saëns continuó sus estudios ordinarios con gran aplicación, mostrando interés en todas las disciplinas científicas y literarias. Su mala salud no le permitía frecuentar las escuelas por lo que hizo un enorme esfuerzo de aprendizaje dentro del seno familiar. Comenzó a estudiar composición con Pierre Maleden, al que fue presentado por Stamaty. Cuando tenía catorce años, una nueva presentación de su maestro de piano le dio a conocer a François Benoist, profesor de órgano e improvisación, clase que no existía y que fue creada para él, en el Conservatorio de París, en aquel entonces, sito en la rue Bergère. En 1848 ingresó Saint-Saëns en dicho establecimiento, pero en una primera audición ante Benoist estaba tan nervioso que no tocó correctamente, por lo que fue admitido solo como oyente. Más adelante interpretó al órgano mejor que ningún estudiante, con lo que continuó su aprendizaje como alumno oficial. Gano el segundo premio en órgano, y se hubiera alzado con el primero a no ser por su juventud y por tener que abandonar una clase en la que tenía que permanecer más tiempo. Cuando tenía quince años comenzó a estudiar composición con Jacques Fromental Halévy. Ya había completado armonía, contrapunto y fuga bajo la dirección de Maleden. Halévy estaba absorto en su trabajo como compositor de óperas y tenía muy descuidadas las clases a las que faltaba con frecuencia. Todo ese tiempo lo empleó Saint-Saëns en la biblioteca, él mismo dijo: «allí, de hecho, terminé mi educación. La cantidad de música, antigua y moderna, que devoré está más allá de lo imaginable». Pero, Saint-Saëns, no solo quería leer música, sino que sentía la necesidad de escucharla. Lascot, el benevolo portero de la Société des Concerts, hacía sus rondas lo más lento que podía para permitirle disfrutar del espectáculo el mayor tiempo posible. Por suerte para el joven músico, Marcelin de Fresne le ofreció su palco del que disfrutó durante varios años.



Admiración por Victor Hugo



 Junto a Hector Berlioz, Saint-Saëns, compartió la admiración por Victor Hugo, de quien leía con devoción su obra y esperaba impaciente las nuevas apariciones de esta. En París visitaba asiduamente al poeta, pero un trivial incidente hizo que dejara de asistir a la casa de su ídolo. El escritor ofreció tácitamente al músico la Esmeralda (personaje ficticio de la novela Nuestra Señora de París) para que la musicalizara. «Mientras Mlle. Bertín estuviera viva", me dijo, "nunca permitiría que La Esmeralda se musicalizara; pero si algún músico pidiera ahora este poema, estaría encantado de dejárselo». Saint-Saëns no quiso darse por aludido; sin embargo, se sintió tan avergonzado que suspendió sus visitas. Eso sí, musicalizó muchos poemas de su compatriota. De 1881, unas décadas después, es su Himno a Victor Hugo, op. 69, compuesto con motivo de las celebraciones que se pretendían realizar ante la erección de una estatua por suscripción del autor de Los Miserables. Aunque los donativos no fueron muy bien; y la primera audición hubo de esperar hasta 1884. 



Las sinfonías



 La primera obra publicada de Camille Saint-Saëns fue la Sinfonía n.º 1 op. 2, escrita en 1853. Año en que comenzó a ganarse la vida, a sus 18 años, trabajando como organista en la iglesia de Saint-Merry, donde permaneció hasta 1857, cuando sustituyó a Louis-James Alfred Lefébure-Wély como organista de la iglesia de La Madeleine, cargo que ocupó hasta 1877. Del año anterior a su primera sinfonía es su opus1, Tres piezas para armonio: Meditación, Barcarola y Oración.

El editor Simon Richault compró la partitura de la Sinfonía nº1 en mi bemol mayor op2 en 1855, al poco tiempo se la vendió a  Auguste Durand, compañero de Saint-Saëns en el Conservatorio, quien la reimprimió en octubre del mismo año. El autor la había compuesto entre el 8 de junio y el 24 de julio de 1853. Se estrenó el 18 de diciembre de ese año bajo la batuta de François Seghers, el director de orquesta la presentó como una obra anónima proveniente de Alemania y; en el programa, en el lugar reservado para el nombre del compositor puso tres estrellas. Saint-Saëns se sentó detrás de Charles Gounod y Héctor Berlioz y pudo oír los elogios que ambos dedicaban a su sinfonía. Después de la audición, Gounod escribió a Saint-Saëns: «Ayer me informaron oficialmente de que eres el autor de la sinfonía que se tocó el domingo, lo sospechaba, pero ahora que estoy seguro quiero decirte lo contento que me puse por ello. Estás mucho más allá de la edad que te corresponde, mantenlo; y recuerda que el domingo 18 de diciembre de 1853, te obligaste a ti mismo a convertirte en un gran maestro".




Iglesia de la Madeleine. Saint-Saëns cobraba 300 francos anuales por tocar el órgano en este templo, uno de los lugares de París donde mejor se pagaba a los organistas. Allí fue escuchado por Listz, quien dijo de él en 1866 que era el más grande organista del mundo.


«Durante los veinte años que toqué el órgano en la Madeleine, improvisé constantemente, dando a mi fantasía el más amplio espectro. Esa era una de las alegrías de la vida.

Pero había una tradición de que yo era un músico severo y austero. Se hizo creer al público que no tocaba más que fugas. ¡Esta creencia era tan corriente que una joven que estaba a punto de casarse me rogó que no tocara fugas en su boda!

Otra joven me pidió que tocara marchas fúnebres. Quería llorar en su boda, y como no tenía ninguna inclinación natural para hacerlo, contó con el órgano para que le sacara las lágrimas.

Pero este caso fue único. Por lo general, tenían miedo de mi severidad, aunque esta severidad estaba moderada.

Un día uno de los vicarios de la parroquia se encargó de instruirme sobre este punto. Me dijo que el público de Madeleine estaba compuesto principalmente por gente adinerada que asistía con frecuencia a la Opéra-Comique y tenía gustos musicales formados que debían respetarse.

“Monsieur l'abbé”, respondí, “cuando oiga desde el púlpito el lenguaje de la opéra-comique, tocaré la música adecuada, ¡y no antes!”.»

 Memorias musicales      Camille Saint-Saëns


 Saint-Saëns escribió la Sinfonía en fa mayor «Urbs Roma» («ciudad de Roma») en 1856 para el Concurso de Composición musical de la Société de Sainte-Cécile en Burdeos, se estrenó el 15 de febrero de 1857. Con ella ganó el primer premio. En vida del compositor se estrenaron, al menos, seis sinfonías suyas, aunque solamente se publicaron tres.



Breve periodo de docencia



 En 1861 conoció a Richard Wagner en París. En marzo de ese año había muerto Louis Niedermeyer, fundador de la escuela de música clásica y religiosa que llevaba su nombre. Saint-Saéns lo sustituyó en la enseñanza del piano y, dejando atrás la tradición de la École Niedermeyer, introdujo obras de autores contemporáneos como: Robert Schumann. Franz Liszt, Richard Wagner, Charles Gounod y Hector Berlioz. Solo ejerció la pedagogía en el periodo 1861-65, su alumno favorito, y amigo durante toda su vida, fue Gabriel Fauré, aunque también enseño a: Cécile Chaminade, André Messager, Albert Jacques Périlhou, Eugène Gigout y Henri Duparc. Durante ese periodo entabló amistad con Bizet, Gioachino Rossini, Berlioz y Pauline Viardot. 



Prix de Rome, primer intento



 En 1864, Saint-Saëns, que ya era un compositor reconocido, compitió por el prestigioso Prix de Rome. No gano, pero al día siguiente del fallo, el compositor Daniel-François Auber pidió a Léon Carvalho un libreto para el joven músico de 28 años. Este empresario y director de escena había acogido a muchos artistas rechazados por la Opéra y la Opéra-Comique, entre ellos, además del biografiado, a Berlioz, Charles GounodGeorges BizetLéo Delibes.

 La fama de Saint-Saëns se vio incrementada a partir de la Exposición Universal de París de 1867, gracias a su cantata Las bodas de Prometeo op. 19, con la que ganó el primer premio del concurso organizado en conmemoración de la Gran Feria Internacional del Trabajo y de la Industria. El jurado lo conformaban los grandes compositores: Rossini, Daniel François Esprit Auber, Berlioz, Giuseppe Verdi y Gounod. Al año siguiente el compositor dirigió una serie de conciertos en los que actuaba como solista Antón Rubinstein. Merced a la amistad que surgió entre los dos músicos nació el Concierto para piano n.º 2, en sol menor, op. 22, una de las obras más conocidas de Saint-Saëns, estrenada por él mismo el 13 de mayo en la Sala Pleyel, intercambiando la batuta en esta ocasión con Rubinstein. El concierto fue escrito en 17 días y se llegó a su estreno con poca preparación, consecuentemente fue acogido con discreción, sin embargo, al poco tiempo obtuvo éxitos clamorosos. El autor fue nombrado Caballero de la Legión de Honor en reconocimiento a su prestigio.



Vida de soldado




 En 1870 estalló la guerra franco-prusiana, ello impidió que pudiera representarse la primera ópera de Saint-Saëns, Le timbre d’argent (La campana de plata), con libreto de Jules Barbier y Michel Carré, tendría que esperar hasta 1877 para estrenarse, por fin, el 23 de febrero en el Teatro Lírico Dramático de París. A su regreso de Weimar, donde había asistido a la celebración del centenario de Beethoven y había tocado con el pianista Theodor Ratzenberger, el compositor se alistó como soldado raso en el 4º Batallón de la Guardia Nacional del Sena. La experiencia, aunque fue "corta", le causó una fuerte impresión. cuando disponía de tiempo daba conciertos a beneficio de las ambulancias o reanimaba con su música a sus camaradas. Entre las cartas que enviaba a su madre insertó un poema que le dedicaba:

 
Madre querida, te estremeciste,
en los días de la terrible batalla
y temblando, escuchaste el
sonido lejano de la metralla.
Cuando nadie te vio,
detrás del vidrio sacudido,
tu ojo, vuelto hacia Dios, humedeció
tu párpado desolado.
Cuestionaste el horizonte;
y, en la noche, destellos fúnebres
sangrando tu casa
hasta ti traspasaron la oscuridad.
pero todos sabéis ocultar
vuestra angustia y vuestro sufrimiento
cuando el honor dice que hay que andar
por el deber y por Francia.
Y pudiste sin morir
reprimir tu alma alarmada,
porque por mucho tiempo, a sufrir,
estás acostumbrada.


 Saint-Saëns compuso la Marcha héroica en Mi bemol Op.34 en memoria de su amigo Régnault, muerto en batalla. El sentimiento nacionalista que surgió tras la derrota de Francia en 1871 propició que el compositor fundara y estrenara la presidencia, junto al profesor de canto Romain Bussine, de la Société Nationale de Musique, con el fin de promover la nueva música francesa, descubrir y apoyar a los jóvenes talentos nacionales. Socios fundadores de la institución fueron también Alexis de Castillon, Gabriel Fauré, César Franck y Édouard Lalo. Bussine y Saint-Saëns renunciaron a la presidencia conjunta en 1886, ya que, algo antes, una facción de la sociedad había presionado y conseguido que se diera cabida a obras de compositores extranjeros.



Ópera, poemas sinfónicos, conciertos...



 El 28 de enero de 1871 tuvo lugar la firma del armisticio que ponía fin a los combates entre franceses y alemanes. A tan solo el poco tiempo que transcurrió hasta el 18 de marzo fue lo que tardó en surgir la revuelta conocida como La Comuna de París. Con algo de dinero que pudo entregarle su madre, Saint-Saëns, fue a refugiarse a Londres. De nuevo en Francia comenzó a escribir en algunos periódicos y, el 12 de junio de 1872, pudo ver como se representaba en París La princesse jaune (La princesa amarilla), era la primera vez que una de sus óperas subía a escena, aunque en este caso, con libreto de Louis Gallet, era la tercera que había escrito. En la misma ciudad y en el mismo año se estrenó el poema sinfónico, con el que Saint-Saëns se convertía en el primer compositor francés en crear uno, escrito la temporada anterior, Le rouet d’Omphale (La rueca de Onfalia) op. 31, Dedicado al amor no correspondido de su autor, la compositora Augusta Holmès le rechazó en varias ocasiones. También en ese año, el 28 de enero, había muerto a los 91 años la tía abuela Charlotte Masson, una de las personas más queridas por el músico. Otros poemas sinfónicos del mismo artífice fueron Phaéton (1873), La danza macabra (1874) y La juventud de Hércules (1877). En 1873 Saint-Saëns dirigió un concierto monográfico, organizado por él mismo, dedicado a Franz Liszt.



Familia y desgracias



 El 3 de febrero de 1875, con cuarenta años de edad, Saint-Saëns se casó en Cateau con Marie-Laure Truffot (1855-1950), veinte años más joven que él. El 31 de octubre estrena, actuando él mismo como solista, su Concierto para piano n.º 4, en do menor, op. 44 en el Teatro del Châtelet de París. En 1878 el matrimonio pierde a sus dos hijos. El 28 de mayo André, de dos años y medio, murió al caerse de una ventana de su apartamento desde un cuarto piso. El 7 de julio murió Jean-François con tan solo siete meses de vida. Tres años más tarde, sin divorciarse, los padres se separaron y nunca más volvieron a verse.



Carrera exitosa y reconocimientos



 Liszt utilizo su influencia para que el 2 de diciembre de 1877 se estrenara en Weimar, traducida al alemán y con Eduard Lassen en el podio, Sansón y Dalila, gran ópera de Camille Saint-Saëns con libreto de Ferdinand Lemaire. En Francia no se escuchó hasta 1890.

 En 1879 el compositor viajó a Inglaterra para interpretar su cantata La Lyre et le Harpe en el Festival de Birmingham. El 28 de agosto Saint-Saëns dirigió una impresionante plantilla de más de quinientos intérpretes. Fue presentado a la reina Victoria. En sus memorias podemos leer:


«La Reina Victoria me hizo el honor de recibirme dos veces en el Castillo de Windsor, y la Reina Alexandra me hizo el mismo honor en el Palacio de Buckingham en Londres. La primera vez que vi a la reina Victoria me la presentó la baronesa de Caters... 

 Su Majestad quería oírme tocar el órgano (hay uno excelente en la capilla de Windsor), y luego el piano. Finalmente, tuve el honor de acompañar a la Princesa mientras cantaba el aria de Etienne Marcel. Su Alteza Real cantó con gran claridad y nitidez, pero era la primera vez que cantaba delante de su augusta madre y estaba casi muerta de miedo. La Reina estaba tan encantada que algunos días después, sin que yo se lo dijera, llamó a Windsor a Madame Gye, esposa del gerente de Covent Garden, la famosa cantante Albani, para pedirle que representara a Etienne Marcel en su propio teatro . . El deseo de la Reina no fue concedido...»

 

  La ópera de Saint-Saëns Étienne Marcel, con libreto de Louis Gallet, se estrenó el 8 de febrero de 1879 en el Grand-Théâtre de Lyon.

 El 19 de febrero de 1881 el compositor es nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes ocupando la vacante de Napoléon Henri Reber. En marzo inicia una gran gira de conciertos por Francia y Suiza, en su bagaje ya tenía varias por distintos países y continuaría realizándolas. El 5 de marzo de 1883 se estrenó en el Palais Garnier de París su ópera Enrique VIII  con libreto de Léonce Détroyat y Armand Silvestre. Por un agravamiento de la tuberculosis que padecía, Saint-Saëns, se retiró a convalecer en Argelia. De regreso en París, en 1884 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor. En 1885 compone Wedding Cake (Pastel de bodas) para piano y orquesta de cuerdas op. 76 con motivo del matrimonio entre la pianista Caroline Montigny-Remaury y el ingeniero ferroviario Auguste Wieczffinski de Serres. El 9 de marzo de 1886 se estrenó El carnaval de los animales, esta partitura nunca se publicó en vida del autor, a excepción del nº13, Le Cygne (El cisne). El 19 de mayo se estrenó, encargada por la Royal Philharmocic Society y dirigida por el propio compositor en la sede de ésta en Londres, la Sinfonía nº3 con órgano en do menor op. 78. Estas dos últimas obras, junto a la Danza macabra, son las más conocidas de Camille Saint-Saëns. El 14 de marzo del año siguiente le toco el turno a la ópera Proserpina.



Pérdida de la madre, depresión y desaparición.



 El 18 de diciembre de 1888 murió Françoise Clémence Collin, madre del compositor, es enterrada en el cementerio de Montparnasse junto a sus nietos. Saint-Saëns entra en una profunda depresión y, el 31 de diciembre, abandona París; bajo el seudónimo de Charles Sannois, a través de España pasa a África, ni sus más íntimos amigos conocen su paradero exacto. Se llegó a suponer que el músico se había vuelto loco, que había muerto, e incluso, que llegaron a secuestrarlo, hasta comenzaron a aparecer supuestos herederos. Por fortuna todo ello era falso, el biografiado solo andaba en busca de paz. El 21 de marzo de 1890 se estrenó en la Ópera de París Ascanio, ópera de Camille Saint-Saëns con libreto de Louis Gallet, basado en la obra Benvenuto Cellini  de Paul Meurice que a su vez se basaba en la novela histórica de Alejandro Dumas (padre). No se contó con la presencia del compositor que aún se hallaba desaparecido. Reaparece a la sociedad en las Islas Canarias. En el mes de abril compuso en Gran Canaria el Valse de Canariote op88 que dedicó a la joven pianista Candelaria Navarro Cigala. A finales de mayo regresó a París.



Intensa actividad



 A partir de 1890, Saint-Saëns, fijó su residencia habitual en Dieppe (Normandía), durante su vida viajó por casi toda Europa, visitó países de América, Asia y África, sin dejar de componer y escribir, no solo sobre música, también poesía, filosofía, etc., además de dedicarse a otras actividades como, por ejemplo, la botánica, dedicó bastantes de sus trabajos al órgano, varios preludios y fugas etc. Solo unas pinceladas de sus actividades musicales sobre los siguientes años antes del cambio de siglo son las que se nombran a continuación: En julio de 1890 se inauguró el Museo Saint-Saëns en Dieppe. En El Cairo el compositor creó en 1891 la fantasía para piano y orquesta África op89. De 1892 es su Trío para piano, violín y violonchelo n° 2 , op. 92. En 1893 es nombrado Doctor Honoris Causa en Música por la Universidad de Cambridge y, el 30 de julio del año siguiente alcanza el grado de comandante de la Legión de Honor. En ese año de 1894 compone varias obras, entre ellas: el Capricho árabe para dos pianos, op. 96. De 1896 son la Sonata para violín y piano n° 2, op. 102, el Concierto para piano n.° 5 , op. 103 "egipcio", el Valse Mignonne, Op.104, y el ballet Javotte, También ese año se cumple el 50 aniversario del primer concierto de Saint-Saëns, el que ofreció el 6 de mayo de 1846 en la Sala Pleyel cuando tenía 10 años, para conmemorarlo se ofrecieron conciertos en el mismo lugar. 

 Déjanire, ópera de Saint-Saëns, compuso doce en total, o trece según alguna fuente, ésta con libreto de él mismo y de Louis Gallet, se estrenó el 28 de agosto de 1898 en las arenas de Béziers (Occitania), lugar destinado en principio a corridas de toros. Fernand Castelbon de Beauxhostes, uno de los propietarios de la arena, tuvo que emplearse a fondo para convencer a Saint-Saëns, que denominaba al lugar como "templo abominable de sangre", para que representara allí su ópera. El debut, con el compositor a la batuta, contó con una ingente cantidad de coristas y de músicos de diferentes agrupaciones. Saint-Saëns compuso ese mismo año el Capricho heroico para dos pianos, op. 106, la Barcarola para violín, violonchelo, armonio y piano, op. 108, y el Valse nonchalante para piano, op. 110. Al año siguiente compuso cuatro de sus Seis estudios op. 111 y el Cuarteto de Cuerdas No. 1 , Op. 112.



Camille Saint-Saëns en las arenas de Béziers en 1898




 En 1900, además de celebrarse en París unos juegos olímpicos, también se inauguro una exposición universal, por tal motivo, a punto de cumplir 65 años, Saint-Saëns compuso Le feu céleste (El fuego celeste), una cantata que celebra la electricidad. El 18 de agosto es ascendido a Gran Oficial de la Legión de Honor y, el 17 de septiembre, es condecorado con la Cruz del Mérito, otorgada por el emperador Guillermo II de Alemania y rey de Prusia. El 9 de octubre de 1901 es nombrado presidente de la Academia de Bellas Artes. La ópera Les Barbares (Los Barbaros) Se estrenó en París el 23 de octubre de 1901. Nuevamente en las arenas de Béziers, en 1902, se realizó un montaje espectacular de otra ópera del compositor, Parysatis, con libreto de la arqueóloga, fotógrafa y escritora, Jane Dieulafoy. Saint-Saëns siguió firmando obras de drama lírico y otras de distinta embergadura, en 1905 escribió la Sonata para violonchelo y piano n° 2 op.123. En 1906 viajó por vez primera a los Estados Unidos. En 1907, fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oxford. En Dieppe le erigieron una estatua, que sería fundida por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Compuso la Fantasía para violín y arpa , op . 124.

 En 1908 apareció la primera banda sonora de la historia del cine. Ese año dos compositores, Camille Saint-Saëns para El asesinato del duque de Guisa, y Mihail Ippolitov-Ivanov para Stenka Razin, crearon las bandas sonoras originales de ambas películas.


Últimos años



 En 1910, Saint-Saëns, compuso La musa y el poeta op. 132, para violín (la musa), violonchelo (el poeta) y orquesta. Durante su estancia en Argel el Teatro Municipal programo cinco de sus óperas seguidas: Samson et Dalila, Enrique VIII, Javotte, Phryné y L'Ancêtre. En 1912, el compositor, dedica otra obra más a la pianista Caroline de Serres, Seis estudios para la mano izquierda op. 135. Ella se había lesionado gravemente la mano derecha y no podía usarla para tocar. El 12 de enero de 1913, Saint-Saëns, es condecorado en El Cairo con la Gran Cruz de la Legión de Honor que recibe en El Eliseo el 11 de abril. En 1915, periodo en que se estaba librando la Primera Guerra Mundial, compuso Hail California para órgano, orquesta y música militar, que debía dirigir en California. El 30 de abril se embarco para pasar una temporada en Estados Unidos. Al año siguiente se embarco nuevamente en París para realizar una gira por Brasil, Argentina y Uruguay. Compone un himno nacional a petición del gobierno uruguayo. El 23 de julio, el compositor, sufrió un leve ataque de parálisis en la mano izquierda. El 18 de noviembre de 1917 murió Gabriel Geslin, mayordomo fiel de Saint-Saëns durante 25 años. Los siguientes años, sin dejar de ofrecer conciertos, siguieron siendo creativos y, en 1920, Saint-Saëns, viajero infatigable, visitó por primera vez Grecia, allí le concedieron la Gran Cruz de la Orden del Salvador. En un concierto privado que ofreció ese año, uno antes de su falecimiento, dijo: «Cuando era un niño, el público me aplaudía como un niño prodigio, ahora que soy mayor, me aplauden como un viejo prodigio».




Camille Saint-Saëns en sus últimos años







 Después de 75 años de carrera, el 6 de agosto de 1921, Saint-Saëns decide despedirse de los escenarios, lo hizo en Dieppe, toco siete piezas, sus emocionadas palabras al terminar la velada fueron, «Hace setenta y cinco años toqué por primera vez en público; hoy toqué por última». A su vez, se despidió como director de orquesta quince días después, en esta ocasión fue dirigiendo en Béziers, el día 21, los ensayos de Antigone. El 4 de diciembre, el compositor, se instaló en el Hotel Oasis de Argel. Allí murió la tarde del día 16 diciembre de 1921, tenía 86 años. Después de las ceremonias fúnebres que tuvieron lugar el 19 de diciembre en la Catedral de Argel, El cuerpo de Saint-Saëns es trasladado a Francia a bordo del trasatlántico Lamoricière y, el 24 de diciembre, se celebró un funeral de estado, de una majestuosidad imponente, en la iglesia de la Madeleine. Los restos de Charles Camille Saint-Saëns fueron inhumados en el Cementerio de Montparnasse, al lado de su madre y sus dos hijos.